La sequía que ha afectado a España, así como las repentinas y torrenciales lluvias que se han dado en los últimos días, han afectado en gran medida a la producción hortofrutícola de regiones como Almería o Murcia. Esto se traduce en un menor transporte productos a temperatura controlada.
El transporte a temperatura controlada está sufriendo los rigores del clima español. Aunque la conexión entre ambas cuestiones no es directa, la grave sequía que ha padecido España en los últimos meses y las lluvias torrenciales que se han dado en los últimos días han afectado de manera notable a la producción hortofrutícola en regiones como Almería o Murcia. La menor producción de este tipo de alimentos se traduce en una disminución del volumen y actividad del transporte refrigerado.
Aunque todavía es pronto para valorar las consecuencias de las torrenciales lluvias de la última semana, el sector del transporte de mercancías por carretera a temperatura controlada viene apreciando durante los últimos meses una disminución de las exportaciones hortofrutícolas desde regiones como Murcia. Las consecuencias negativas que está teniendo en el sector del transporte por carretera el descenso sostenido de la producción hortofrutícolas es más que evidente y así lo han puesto de manifiesto los principales actores de la cadena de suministro.
El caso es especialmente grave en Murcia, ya que la producción hortofrutícola tiene un perfil y características distintas a la que se lleva a cabo en Almería. En este sentido, las exportaciones de frutas y verduras desde Murcia no hacen más que reducirse en los últimos meses. En lo que va de año el volumen de productos hortofrutícolas exportados desde esta región en vehículos de transporte por carretera a temperatura controlada se ha reducido en torno a un 15% respecto al mismo periodo de 2022.
Sin embargo, no sólo la sequía es culpable de esta menor producción hortofrutícola y de la consiguiente reducción de la actividad en el transporte. Los expertos señalan que la caída de las exportaciones a Reino Unido debido al ‘Brexit’ y el descenso del consumo por el alza de los precios de los productos frescos en toda Europa también han tenido mucho que ver en esta tendencia. Otros problemas como el incremento de los costes de producción suponen otro obstáculo para las plantaciones hortofrutícolas y, en última instancia, para el propio transporte.