Del Transporte a la Movilidad Sostenible: El Gran Salto Regulatorio
El sector del transporte de mercancías por carretera se enfrenta a un cambio de paradigma con la entrada en vigor de la nueva Ley de Movilidad Sostenible. Esta legislación, que forma parte de una reforma clave a nivel nacional, establece las bases para un sistema que se define como «sostenible, justo e inclusivo». El objetivo principal es doble: garantizar una mayor cohesión social y territorial y, de manera crítica para el ámbito económico, contribuir a un desarrollo económico resiliente mientras se alcanzan los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) y otros contaminantes.
La normativa busca evolucionar desde la tradicional «política de transportes» hacia una política integral de movilidad sostenible de personas y mercancías. Reconoce que el transporte, que incluye vehículos, servicios e infraestructuras, es el instrumento necesario no solo para los desplazamientos ciudadanos, sino también para el abastecimiento de la población.

Eje Estratégico: Mejora de la Competitividad y la Logística
El articulado de la Ley aborda directamente los intereses del sector de la carga a través de su enfoque en la «Mejora de la competitividad en el transporte de mercancías y la logística». Con ello, se busca mejorar la regulación que afecta al transporte de mercancías de los sistemas productivos.
El sistema de transportes que postula la Ley debe ser resiliente, flexible y adaptable al cambio, además de estar dinámicamente coordinado entre los distintos modos y niveles de la Administración Pública. Esta visión integrada es fundamental para avanzar en la intermodalidad y conseguir una mayor calidad y eficiencia en los servicios. La normativa busca modernizar y adaptar el marco regulatorio de la prestación de los servicios de transporte a las nuevas realidades y necesidades.
Digitalización y Gobernanza: Herramientas Clave para la Eficiencia
Uno de los pilares de la nueva Ley es el impulso de la digitalización y la introducción de nuevas tecnologías en el transporte y la movilidad. La Administración se centrará en aprovechar la potencialidad digital y en garantizar un uso eficiente de los recursos públicos.
Para ello, se crea el Espacio de Datos Integrado de Movilidad (EDIM). Esta herramienta, concebida para estructurar la información sistematizada sobre el funcionamiento del sistema, es fundamental para el diseño sólido de las políticas públicas. El EDIM deberá recoger la información actualizada sobre la oferta y la demanda de transportes, facilitando una toma de decisiones informada basada en «evidencias».
Adicionalmente, se establece el Sistema General de Movilidad Sostenible como instrumento de cooperación entre las distintas administraciones, facilitando la participación de los sectores productivos, el ámbito académico y la sociedad civil en la definición de las políticas de transporte y movilidad.
El Desafío de la Descarbonización del Sector
La Ley de Movilidad Sostenible se alinea con los compromisos nacionales en materia de energía y clima. Dado que el transporte representa una cuarta parte de las emisiones de GEI y los avances en descarbonización han sido lentos, la Ley requiere un esfuerzo importante del sector.
Los objetivos nacionales apuestan, entre otras medidas, por el cambio modal, la reducción de los tráficos y la electrificación de los consumos energéticos del sector. Este compromiso busca una transición hacia modos, medios y servicios de transporte más eficaces, energéticamente eficientes y con menos emisiones, marcando una hoja de ruta clara para el transporte de mercancías en el horizonte de 2050.
La Ley es un instrumento indispensable para la transformación sostenible del transporte español, cuyo éxito dependerá de la coordinación entre administraciones y el impulso decidido a la digitalización en la gestión de toda la cadena logística.
Más información: LEY DE MOVILIDAD SOSTENIBLE

