El pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde a la propuesta de puesta en marcha del nuevo Régimen de Comercio de Emisiones (ETS II) , modelo que cuenta con la implicación del transporte comercial y de los edificios en 2024.
El Parlamento Europeo ha dado el visto bueno a la propuesta del nuevo Régimen de Comercio de Emisiones, conocido como ETS II. Diseñado sobre el principio de «el que contamina paga», este modelo fue creado para que las industrias pudieran ‘comprar’ un permiso de emisión por cada tonelada de CO2 que emitan a la atmósfera, creando así un incentivo financiero. Aunque en un principio fue destinado en exclusiva a la industria y compañías aéreas, este nuevo ETS II incluye un nuevo modelo de Comercio de Derechos de Emisión por separado para el transporte por carreta y los edificios.
Una decisión del Parlamento Europeo que ha levantado importantes críticas dentro del sector del transporte de mercancías por carretera. En este sentido, la International Road Union (IRU) o la Asociación Europea de Transportes (UERT) han sido especialmente beligerantes con esta votación, entre otras cosas porque entienden que el sector transporte no está preparado para asumir un sistema de comercio de derechos de emisión en la situación de crisis actual que hay en Europa. Además, entienden que no existen alternativas de mercado ni una infraestructura adecuada.
Aunque los fabricantes de vehículos han apoyado de alguna manera esta medida, la realidad es que no existen camiones cero emisiones accesibles para la gran mayoría de las empresas del sector ni de los profesionales autónomos. Las alternativas de vehículos pesados cero emisiones son muy limitadas y todavía muy caras como para que haya un relevo claro. Además, todavía hay importantes carencias en la disponibilidad de infraestructura de carga y repostaje, con grandes desigualdades entre los distintos territorios de la Unión Europea.
IRU y UETR defienden que el sector transporte no está en la posición adecuada para asumir este modelo, ya que la condición básica para el cambio a este tipo de vehículos cero emisiones está lejos de alcanzarse. De hecho, la aplicación de este modelo no tiene ninguna justificación, ya que supondrá un aumento inmediato de los impuestos y tasas sobre las emisiones de CO2 para los servicios de transporte comercial por carretera. Por este motivo, ambas asociaciones piden una introducción gradual del modelo ETS II alineada con el desarrollo tecnológico y de infraestructura adecuado.