Las manifestaciones de los agricultores franceses han servido de espejo al sector agrario de otros países de la Unión de Europa. Las protestas no dejan de crecer en Países Bajos, Portugal, Italia y España, entre otros Estados miembro.
Las políticas económicas, sociales y medioambientales que afectan al sector agrario dibujan un modelo agroalimentario insostenible, modelo que los propios agricultores quieren cambiar. Así lo manifestaron los agricultores franceses durante dos semanas, con protestas y bloqueos de las vías de alta capacidad de Francia hasta que lograron que el Gobierno tomase medidas al respecto. Protestas violentas que afectaron a miles de transportistas y sus camiones, pero que han servido de espejo en el que mirarse para los agricultores de otros países, en lo que ya es un movimiento a gran escala.
En este sentido, las protestas se han extendido a Bélgica y Países Bajos en los últimos días, con acciones especialmente violentas en Holanda del Norte. Durante los últimos dos días, cientos de agricultores han cortado con sus tractores o a través de fogatas controladas con fardos de heno algunas de las autovías y carreteras más importantes del país. En Bélgica se han bloqueado durante los últimos cuatro días los accesos y salidas de varios polígonos y centros logísticos asociados a las principales cadenas de alimentación.
Por su parte, en Italia las protestas se prolongan ya por una semana y los agricultores han puesto rumbo a Roma con sus tractores para protagonizar una gran concentración. Por el camino, el sector ha logrado bloquear o dificultad la circulación en grandes carreteras como la A1. Durante los últimos días también se han producido bloqueos en la autopista del Orte. Estos movimientos han provocado que Italia haya anunciado un aumento de la partida agraria de los Fondos de Recuperación en 3.000 millones de euros.
Las protestas también han llegado a la Península Ibérica. Los agricultores portugueses cortaron el tráfico este lunes 5 de febrero en la E-80 y N-620, carreteras que unen España con Portugal. De igual forma, el sector agrario luso se ha unido a los movimientos que han llevado a cabo los agricultores españoles y que han provocado cortes y bloqueos en carreteras como la A-1, A-2, A-4, A-5, A-6, A-92, A-42, A-66, A-50, A-62 o A-30, además de accesos a puertos y plataformas de distribución de alimentos frescos.