El TJUE en sentencia ha dictaminado que UBER es una empresa de transporte y no una plataforma digital, por lo que la administracion publica deberá de exigirle licencias como las que requieren los transportistas profesionales.
«El Tribunal de Justicia estima que debe considerarse que este servicio de intermediación forma parte integrante de un servicio global cuyo elemento principal es un servicio de transporte y, por lo tanto, que no responde a la calificación de ‘servicio de la sociedad de la información’, sino a la de ‘servicio en el ámbito de los transportes'».
En consecuencia corresponderá a los estados miembros de la Unión regular las condiciones de prestación de estos servicios, siempre que se respeten las normas generales del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
